El otoño en Asturias es un espectáculo. Los bosques se tiñen de dorado, las montañas se cubren de niebla y el aire huele a leña y castañas. Es la época perfecta para disfrutar de la naturaleza sin aglomeraciones y descubrir senderos que en verano pasan desapercibidos.
Si estás pensando en hacer rutas en otoño por Asturias, aquí te dejamos 10 recorridos que puedes hacer cerca del río Sella, con diferentes niveles de dificultad y toda la información práctica para planificar tu escapada.
10 rutas otoñales para hacer en Asturias:
1. Ruta del Beyu Pen (Amieva)
A solo unos kilómetros del Sella, en el concejo de Amieva, se encuentra una de las rutas más mágicas de Asturias: el Beyu Pen. Este pequeño sendero combina naturaleza y mitología en un entorno de cuento. El recorrido transcurre por un hayedo frondoso donde el musgo, los líquenes y las formas caprichosas de las rocas sirven de escenario a figuras talladas que representan personajes de la mitología asturiana, como el Nuberu o la Xana.
Durante el otoño, los tonos dorados del bosque, la humedad del suelo y la niebla matinal crean una atmósfera única. Es una ruta fácil, ideal para hacer en familia, especialmente con niños, ya que el componente mágico la hace muy entretenida.
Datos prácticos:
- Distancia: 4 km (ida y vuelta)
- Dificultad: Fácil
- Duración: 2 horas aprox.
- Consejo: Si ha llovido, lleva calzado con buena suela; el suelo puede estar resbaladizo.
2. Bosque de Peloño (Ponga)
El hayedo de Peloño, dentro del Parque Natural de Ponga, es uno de los bosques más extensos y mejor conservados de Asturias. En otoño se transforma en una paleta de colores que va del amarillo al rojo intenso, un auténtico espectáculo visual para los amantes del senderismo y la fotografía.
El recorrido más popular comienza en Les Bedules y sigue una pista forestal hasta la majada de Arcenorio, con vistas impresionantes sobre el valle y las montañas circundantes. En el camino, el silencio del bosque, el crujir de las hojas y el olor a tierra húmeda hacen que caminar sea una experiencia sensorial total.
Datos prácticos:
- Distancia: 24 km (ida y vuelta)
- Dificultad: Media
- Duración: 7 horas
- Consejo: Madruga para evitar la niebla y lleva ropa de abrigo. En días despejados, el mirador de Les Bedules ofrece una de las mejores vistas del Parque de Ponga.
3. Ruta del Cares (desde Poncebos)
Conocida como “la garganta divina”, la Ruta del Cares es una de las rutas más emblemáticas de Asturias y, aunque suele hacerse en verano, en otoño ofrece una cara totalmente distinta. El contraste entre las paredes grises del desfiladero y los colores cálidos del valle es impresionante.
El sendero discurre entre los pueblos de Poncebos (Asturias) y Caín (León), excavado literalmente en la roca. A lo largo del recorrido, el río Cares acompaña con su sonido mientras se atraviesan túneles, puentes y pasarelas colgadas sobre el vacío. No hay desniveles muy pronunciados, pero sí tramos aéreos, por lo que no es recomendable para quienes sufran vértigo.
Datos prácticos:
- Distancia: 12 km (solo ida)
- Dificultad: Media
- Duración: 6 horas (ida y vuelta)
- Consejo: Lleva agua y comida; no hay servicios durante la ruta. Si no quieres hacerla completa, puedes hacer solo el tramo hasta Los Collados y regresar.
4. Mirador de Ordiales (Covadonga)
El Mirador de Ordiales, en el corazón de los Picos de Europa, es una de las rutas más espectaculares que puedes hacer en otoño. Parte desde el aparcamiento de los Lagos de Covadonga y asciende por un sendero que combina tramos de pastizales con zonas de roca caliza.
Durante la subida, las vistas sobre el valle de Enol son impresionantes, y a medida que se gana altura, el paisaje se vuelve más agreste y silencioso. Al llegar al mirador, a 1.700 metros de altitud, el esfuerzo se ve recompensado con una panorámica impresionante sobre los Picos y el mar de nubes que muchas veces cubre el valle.
Datos prácticos:
- Distancia: 15 km (ida y vuelta)
- Dificultad: Media-alta
- Duración: 5-6 horas
- Consejo: Lleva abrigo y consulta la previsión meteorológica; el tiempo cambia rápido en alta montaña.
5. Ruta de la Pesanca (Piloña)
Entre los bosques más mágicos del oriente asturiano, la Ruta de La Pesanca y el Río Infierno es una de las joyas del otoño en Asturias. Comienza cerca del pueblo de Espinaredo, famoso por sus hórreos, y sigue el curso del río Infierno entre un frondoso hayedo salpicado de castaños y acebos. Durante el recorrido, el sonido del agua y el color de las hojas crean una atmósfera única, ideal para los que buscan desconectar en plena naturaleza.
La primera parte del camino, hasta el área recreativa de La Pesanca, es muy sencilla y apta para todos los públicos. A partir de ahí, el sendero se adentra en un terreno más montañoso y salvaje, siguiendo el desfiladero del río Infierno, con pequeñas cascadas y pasarelas de madera. Puedes dar la vuelta en el área recreativa si prefieres una ruta corta, o continuar hacia la Foz del Infierno para disfrutar de una experiencia más aventurera.
Datos prácticos:
- Distancia: 8–12 km (según si sales de Espinaredo o Área recreativa de La Pesanca)
- Dificultad: Fácil – media
- Duración: 3-5 horas
- Consejo: Ideal para disfrutar en familia o con amigos. Si te coincide, no te pierdas alguno de los amagüestos locales.
6. Ruta de la Cueva del Sidrón (Borines)
Esta ruta combina naturaleza, historia y arqueología. La Cueva del Sidrón, en el concejo de Piloña, es famosa por haber albergado restos de neandertales de hace más de 40.000 años. Aunque el acceso a la cueva está restringido a investigadores, el sendero que la rodea es una maravilla para los amantes del senderismo.
El recorrido transcurre por bosques de robles y prados verdes, con vistas al valle del río Espinaredo. En otoño, los tonos del paisaje y la tranquilidad del entorno la convierten en una opción perfecta para una escapada relajada.
Datos prácticos:
- Distancia: 7 km
- Dificultad: Media
- Duración: 3 horas
- Consejo: No está muy señalizada, así que es recomendable llevar GPS o una app de rutas.
7. Hayedo de la Biescona (Sueve)
El Hayedo de la Biescona, situado en la base del mirador del Fitu, es una de las joyas ocultas del oriente asturiano. Durante el otoño, este bosque se cubre de una alfombra de hojas y los rayos del sol se filtran entre los troncos creando un ambiente mágico.
El sendero comienza cerca de la carretera del Fitu y asciende suavemente entre hayas, musgo y pequeños arroyos. Al final, las vistas desde el mirador merecen la pena: mar y montaña se mezclan en una imagen que define a Asturias.
Datos prácticos:
- Distancia: 8 km
- Dificultad: Media
- Duración: 3-4 horas
- Consejo: Lleva cámara, porque los contrastes de luz y color son espectaculares.
8. Ruta del Alba (Soto de Agües)
Dentro del Parque Natural de Redes, la Ruta del Alba es una de las sendas más emblemáticas para disfrutar del otoño asturiano. El camino sigue el curso del río Alba, con cascadas, pozas de agua cristalina y paredes de roca cubiertas de musgo.
El sonido del agua y los colores del bosque en esta época del año hacen que sea una de las rutas más bonitas y relajantes de la región. Aunque es larga, el camino es cómodo y está perfectamente señalizado.
Datos prácticos:
- Distancia: 14 km
- Dificultad: Media
- Duración: 4-5 horas
- Consejo: Lleva calzado impermeable; el terreno suele estar húmedo, especialmente después de lluvias.
9. Ruta del Oso (Proaza)
Famosa por su recorrido suave y paisajístico, la Ruta del Oso es una vía verde perfecta para disfrutar del otoño en Asturias sin grandes esfuerzos. Recorre antiguos trazados ferroviarios mineros y atraviesa túneles, puentes y valles llenos de vegetación.
Durante el recorrido, puedes visitar el cercado osero de Proaza, donde viven Paca y Molina, las osas que dan nombre a la ruta. Los colores del bosque en otoño hacen que este paseo sea aún más encantador.
Datos prácticos:
- Distancia: hasta 22 km (tramo completo)
- Dificultad: Fácil
- Duración: 4-6 horas
- Consejo: Puedes alquilar bicicletas en varios puntos (Entrago, Proaza, Tuñón). Ideal para una jornada tranquila en familia o pareja.
10. Ruta al Picu Pienzu (Sierra del Sueve)
Para los amantes de las vistas panorámicas, la Ruta al Picu Pienzu es una de las más completas. Parte desde el mirador del Fitu y asciende por un bosque de hayas que en otoño está en su máximo esplendor.
A medida que se gana altura, el paisaje cambia: el bosque da paso a pastos de altura y, al llegar a la cima, se abre un horizonte que une mar y montaña. En días despejados, se puede ver el Cantábrico y los Picos de Europa al mismo tiempo.
Datos prácticos:
- Distancia: 13 km (ida y vuelta)
- Dificultad: Media-alta
- Duración: 5-6 horas
- Consejo: Lleva ropa de abrigo y algo de comida; no hay servicios en la zona alta.
Consejos para disfrutar las rutas en otoño por Asturias
- Comprueba siempre la previsión meteorológica antes de salir.
- Lleva calzado impermeable y bastones si la ruta tiene desnivel.
- Evita rutas largas si ha llovido mucho: algunos caminos se embarran con facilidad.
- No olvides agua, comida y una chaqueta ligera.
- Y sobre todo: disfruta del paisaje. El otoño en Asturias es un regalo para los sentidos.
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Eso si, date prisa, ¡que la temporada está apunto de terminar!
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